Desde mi infancia, me interesaba ayudar a otros a mantenerse sanos. A medida que enfrentaba desafíos personales, descubrí el poder transformador de la terapia, lo que me llevó a considerar la psicología como una forma efectiva de asistencia.
Mi motivación para estudiar psicología surgió de mi propia experiencia. Quería entender cómo el proceso que viví podría replicarse en otros para ayudarlos a superar desafíos similares.
Mi cambio personal fue transformador. De ver los problemas como obstáculos abrumadores, comencé a percibirlos como desafíos superables. Este cambio me llevó a apreciar la importancia del enfoque y las herramientas adecuadas para abordarlos.
Considero que superar los dilemas personales es similar a seguir una receta. Requiere múltiples ingredientes, un enfoque experto y herramientas especializadas para poder abordar nuestros desafíos.